Aumenta en Irak el número de desplazados por la ofensiva yihadista
El flujo de refugiados que huyen de los combates en Iraq se mantiene constante. En este punto de control, a 40 kilómetros de Erbil, llegan cientos de civiles al día con el objetivo de alcanzar la capital del Kurdistán iraquí. Además de huir de las balas, lo hacen de posibles represalias por motivos religiosos.
“Lo juro por Dios, la situación es terrible. Nuestra vida normal ha sido destruida. Nuestro destino es incierto porque hay mucha tensión sectaria”, explica uno de ellos.
Desde que empezaron los enfrentamientos en enero, las organizaciones humanitarias estiman que en todo el país hay cerca de un millón de desplazados. Especialmente delicada es la situación en el norte. Sólo la toma de Mosul por parte de los yihadistas obligó a entre 300.000 y 500.000 personas, según diversas estimaciones, a abandonar sus hogares. Además, tal como advierte ACNUR, huyeron sin dinero, alimentos, agua potable o medicamentos.
La distribución de tiendas de campaña y artículos de emergencia ya ha comenzado pero los organismos de ayuda humanitaria señalan que será muy difícil dar la asistencia necesaria si sigue creciendo el número de desplazados.
