Jeremy Corbyn se ha vuelto a imponer en la batalla por el liderazgo del Partido Laborista británico. En un clima de profunda división interna, este veterano socialista ha obtenido en Liverpool un rotundo apoyo de las bases. Consigue el 61,9 por ciento de los votos, dos puntos más que hace un año, y muy por delante del 38 por ciento obtenido por su único rival, el diputado Owen Smith. Tras su elección, Corbyn ha hecho un llamamiento a la unidad:
“Tenemos mucho más en común de lo que nos separa. En lo que a mí respecta, hoy voy a hacer borrón y cuenta nueva y continuar con el trabajo que tenemos que hacer en el partido juntos”.
El reto para el líder laborista será ahora reunificar el partido, ante la posibilidad de que la primera ministra conservadora, Theresa May, convoque elecciones anticipadas. También tendrá que establecer el plan de la oposición ante la futura negociación del “brexit” entre Londres y Bruselas.