Desde bien pequeños ya visten uniforme. Por eso Mila, este cachorro de 4 meses, se ajusta perfectamente al perfil de perro de estupefacientes. Son animales que aprenden jugando. En este campus de Madrid, 40perros y 60 policías comparten métodos de entrenamiento. Aprenden por ejemplo a detectar las distintas sustancias. De hachís la que más olor desprende, heroína, cocaína o billetes. La unión entre agentes y animales es total. Y en unidades pequeñas como en algunas policías locales. Estos animales no están destinados en grandes aeropuertos, o puertos comerciales, Su trabajo es otro, igual de importante. En España 100 policías locales ya tienen sus unidades caninas.