Las nuevas sanciones de Estados Unidos a Irán entran este lunes cinco de octubre en vigor. Donald Trump las anunció el pasado mes de mayo cuando abandonó el acuerdo nuclear con Teherán. El objetivo estadounidense constituye un intento por aumentar la presión económica contra Teherán para que limite su programa nuclear y de misiles y así poder minar su creciente influencia militar y política en Oriente Próximo.
Esta nueva batería penalizará la venta de petróleo iraní y las transacciones financieras con su Banco Central de la república islámica.